miércoles, 16 de febrero de 2011

NOTA EN EL DIARIO DE PERGAMINO POR LA PRESENTACION DE "DARSE CUENTA"

Una multitud se dio cita para disfrutar de “Darse Cuenta”

Aplausos y más aplausos en el escenario del patio de La Casa de la Cultura. La gente de pie no escatima el rebote de palmas. Una hora de teatro leído generó sonrisas, muchas lágrimas y una sensación generalizada de que difícilmente en el futuro inmediato volverá a vivirse un momento tan movilizador. Más de 700 personas asistieron a la obra de teatro pensada para el aire libre. Y la noche brindó un guiño cómplice, con una temperatura templada, permitiendo el disfrute de los amantes del teatro. Y, algo poco habitual también, teatro leído.Y si no es habitual recibir en la ciudad a actores reconocidos como Virginia Lago o Antonio Grimau, principalmente, más cercano a la ficción seria que a la comedia o espectáculo revisteril más a tono con el gusto popular, menos habitual es que protagonistas de la escena local puedan compartir una obra con los que encabezan marquesinas.Puede ser que Marta Lere, Aníbal Poracchia, Carolina Herrera, Ernesto Carenzo y Pamela Lombari se descubrieran presas del nerviosismo ante la obligación de interactuar profesionalmente con esas figuras que desde la televisión asoman como inalcanzables. Sin embargo, las performances de cada actor local no tuvieron absolutamente nada que envidiarles a las de sus compañeros de función. Prueba por demás aprobada. Y una nueva demostración de que talento, en la ciudad, sobra. Darse cuenta llama a la reflexión sobre temas con los que convivimos diariamente, pero que muchas veces pretendemos ignorar, creyendo que esos planteos son los que ignoran nuestros contextos. Pero están ahí. La gordura, como un símbolo estúpido de fealdad en una cultura que imbécilmente incita a la bulimia y a la anorexia. El desapego por la identidad cultural y el patrimonio arquitectónico, el lastre que implican nuestros abuelos (y padres cuando llegan a una determinada edad), la discriminación a los sectores de bajos recursos y el sometimiento a humillaciones del personal de servicio. La violencia de género que tanto nos sensibiliza, recordando que Pergamino en poco más de un año ya sufrió al menos tres asesinatos de mujeres. Y el miedo y prejuicios a lo diferente y a los diferentes. En este caso puntual, el Síndrome de Down. Buenos guiones que permitieron echar al vuelo la imaginación. Excelentes actuaciones de todos los artistas, sin omitir la presencia de Mónica Lerner. Todo acompañado por la voz de la cantante Manuela Bravo que abrió el espectáculo con Contra viento y marea y lo cerró con Honrar la Vida (ambos de Eladia Blázquez) y Darse Cuenta. Todo bajo la atenta dirección y supervisión de Daniel Marcove. Unos minutos antes, el cantante local Calico Ramírez amenizó la espera con un pequeño set de canciones románticas y para el cierre definitivo, el intercambio de saludos, agradecimientos y presentes entre el titular del Instituto Cultural de la Provincia, Juan Carlos D´amico y el intendente Héctor Gutiérrez. Más el reconocimiento a los actores pergaminenses, suscripto en un pergamino enorme, tanto de tamaño como de significación. La Cultura es la sonrisa, canta el inmenso León Gieco. Y en la noche del martes Pergamino fue una inmensa sonrisa.